EUROPA
PRESS
15 febrero
2017
Expertos del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) han
alertado de los peligros nutricionales y de autoestima que pueden suponer
seguir la moda de la ropa ajustada para muchas mujeres y, especialmente, para
aquellas con sobrepeso u obesidad.
"La
experiencia en consulta nos revela que en época de rebajas las mujeres con
sobrepeso u obesidad se muestran más susceptibles y descontentas con su físico,
debido a la insatisfacción de cómo les queda determinado tipo de ropa", ha
explicado el nutricionista y portavoz del IMEO, Rubén Bravo.
Se
trata de la moda "no apta para gorditas" y la desesperación para entrar
en un vestido en pocos días para asistir a una boda, cita o evento, impulsa a
las representantes del sexo femenino a probar métodos raros y dietas
'milagrosas' a ciegas, sin pensar en las secuelas negativas que pueden dejar
rastro en su salud, metabolismo o equilibrio emocional y vital.
"Es
un problema complejo que va más allá de la moda y las apariencias", han
señalado los expertos del IMEO y con el fin de aclarar dudas sobre el tema,
ofrecen algunas pautas como solución a nivel nutricional y psicológico.
Y es
que, tal y como han recordado, cada vez más consumidoras se preguntan ¿es la
ropa la que se debe adaptar a las personas o a la inversa?.
En este sentido, en Estados Unidos han solucionado el asunto, aumentado con
varios tamaños el patrón establecido en los años 50, porque se había quedado
anticuado para el siglo XXI donde el 67 por ciento de la población femenina,
unas cien millones de americanas, lleva una ropa de talla grande 'plus size'.
El tallaje actual
no refleja las medidas reales de las mujeres
El tallaje que se usa actualmente en España se basa en
estudios de los años 70 y no refleja las medidas reales del colectivo femenino,
donde un 44, 7 por ciento de las mujeres de 18 y más años está por encima del
peso considerado normal. No obstante, predomina la tendencia de hacer la ropa
cada vez más pequeña y muchas consumidoras se quejan de que ya no entran en su
talla habitual, manteniendo el mismo peso.
Si se
compara España con los países vecinos, se observa que una talla 42 española
equivale a una 40 alemana, una 42 francesa y una 46 italiana. En este contexto,
los expertos han avisado de que "no es de extrañar" que muchas
multinacionales y tiendas 'on line'
que se dedican a la venta de ropa de mujer utilizan el tallaje
alemán: hace que sus clientas se sientan más delgadas al saber que utilizan una
talla menor.
"El
hecho de que se lleva una talla superior a la habitual, de tamaño especial o
grande, puede acarrear serios problemas de autoestima en la mujer y en
adolescentes puede derivar en algún trastorno de la alimentación", ha
añadido la psicóloga experta en obesidad y conducta alimentaria del IMEO, María
González.
En el
contexto de las rebajas, prosigue, se suman otras variables de igual
importancia como, por ejemplo, tener que enfrentarse a los probadores tras el
periodo navideño, cuando se producen más sobreingestas
y rupturas de la rutina de actividad física, que podrían estar en la base de
mucha toma de decisiones en cuanto a iniciar una dieta o cambio físico.
"La
autoestima es la valoración que hacemos de nosotros mismos sobre la base de las
sensaciones y experiencias que hemos ido incorporando a lo largo de la vida.
Esta autovaloración es muy importante, dado que de ella dependen en gran parte
la realización de nuestro potencial y logros personales", ha explicado
González.
Es un
conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones y tendencias de
comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos, hacia nuestra manera de ser y
de comportarnos, y hacia los rasgos de nuestro cuerpo y carácter. Por lo tanto,
puede afectar a la manera de estar, de actuar en el mundo y de relacionarse con
los demás.
En
concreto, el problema estriba cuando se sostiene el pilar de la autoestima
únicamente en un rasgo físico, en una cifra, en una talla, en este momentos
entran en juego las distorsiones cognitivas de generalización o abstracción
selectiva, ya que no hay datos objetivos que nos muestren una misma talla en
cuerpos idénticos y depende de más variables como la constitución de cada
persona, la distribución de la grasa corporal o la altura.
"Lo
saludable para nuestra autoestima seria entender que las tallas no clasifican
la belleza o salud del cuerpo femenino, sino un mero tallaje
textil, que varía según el país y la marca comercial, con lo cual dirijamos la
atención a la prenda y como se adapta a nuestra silueta y no a la cifra
numérica", han apostillado los expertos.
Finalmente,
prosiguen, en el mundo de la moda también hay una tendencia de vuelta al corsé
con el fin de estilizar aún más la línea. "Llevar una faja o moldeador de
cuerpo no es malo desde un punto psicológico, siempre y cuando estas prendas se
utilicen como un instrumento para complementar una prenda y se busca un
resultado más estético", ha zanjado la psicóloga.